Los modelos de inteligencia artificial, sobre todo los más grandes y avanzados, como los que usan aprendizaje automático (machine learning) y redes neuronales, necesitan mucha potencia para funcionar. Para eso se usan centros de datos, que son lugares llenos de computadoras especiales llamadas servidores. Estas computadoras procesan grandes cantidades de información para entrenar y usar los modelos de IA, por ello veremos a continuación el impacto ambiental de la inteligencia artificial
El uso de estos centros de datos tiene un efecto en el medio ambiente. Esto preocupa cada vez más, y se puede dividir en varios puntos:
Uso de energía
Los centros de datos que trabajan con IA consumen mucha electricidad. Esto no solo es por las computadoras, sino también por los sistemas que las mantienen frías. Estas máquinas se calientan mucho cuando están trabajando, y hay que enfriarlas constantemente.
Se estima que los centros de datos usan entre el 1% y el 2% de toda la electricidad del mundo. Es un número grande, y sigue creciendo.
Uso de agua para enfriar
Para mantener los servidores fríos, muchos centros de datos usan agua. El agua circula por unos tubos especiales que ayudan a bajar el calor de las máquinas. A este proceso se le llama «refrigeración líquida».
En lugares donde hace mucho calor o donde no se puede enfriar con aire, se necesita usar grandes cantidades de agua. Esto puede ser un problema en regiones donde el agua escasea, si no se cuida bien cómo se usa.
Cómo reducir el impacto ambiental
Algunas empresas están buscando formas de hacer que sus centros de datos usen menos energía y agua. Entre las soluciones están:
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Usar energía de fuentes limpias, como solar o eólica.
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Enfriar los servidores con aire en lugar de agua.
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Usar líquidos especiales que enfrían sin necesidad de agua.
Empresas como Google y Microsoft están construyendo centros de datos que generan menos contaminación. También están usando aire del exterior para enfriar sus equipos cuando el clima lo permite.
Además, otras compañías están creando nuevas tecnologías que permiten enfriar sin agua, lo que puede ayudar a cuidar este recurso en el futuro.
El futuro de la IA y los recursos naturales
A medida que los modelos de IA siguen creciendo, también crece el uso de energía, agua y otros recursos. Por eso, hay más interés en encontrar formas de hacerlos más eficientes.
Las mejoras en cómo se usa la energía y en cómo se enfrían las máquinas serán claves para cuidar el medio ambiente. También se espera que tecnologías nuevas, como la computación cuántica, cambien la forma en que procesamos información. Esto podría hacer que se necesiten menos equipos y, por lo tanto, menos energía y agua.
Aunque no hay un dato exacto sobre cuánta agua usa la inteligencia artificial, está claro que los centros de datos consumen bastante, sobre todo para enfriar las máquinas. Pero muchas empresas ya están tomando medidas para reducir ese impacto y hacer las cosas de una manera más sostenible.