Una reciente huelga liderada por pescadores artesanales en el norte del país, principalmente en las regiones de Piura (Paita y Sechura), ha culminado con acuerdos significativos con el Ministerio de la Producción (PRODUCE). Las protestas, que incluyeron bloqueos de carreteras y paralización de actividades, se centraron en el rechazo a una veda de pota (calamar gigante) y en la exigencia de un aumento en la cuota de pesca.
El principal logro de los pescadores fue la modificación de la regulación pesquera que rige la captura de la pota. En respuesta a las demandas del sector, PRODUCE oficializó el pasado 9 de octubre una nueva Resolución Ministerial que establece un nuevo Límite Máximo de Captura Total Permisible de 572,804 toneladas para el año 2025.
Además del aumento en la cuota anual, se acordó autorizar salidas de pesca específicas durante el mes de octubre, un punto crucial para los pescadores que argumentaban que la veda propuesta inicialmente ponía en grave riesgo su estabilidad económica y el sustento de miles de familias.
Las movilizaciones de los pescadores artesanales subrayaron el impacto directo de las regulaciones pesqueras en su economía y la importancia de un diálogo constante con las autoridades para establecer medidas que equilibren la sostenibilidad de los recursos marinos con las necesidades del sector pesquero.
Los dirigentes de los gremios de pescadores expresaron que, si bien la huelga generó importantes repercusiones económicas y sociales, era una medida necesaria para hacer escuchar sus reclamos ante lo que consideraban una falta de base científica para la veda y un perjuicio para la pesca artesanal que abastece el consumo interno.
Con estos acuerdos, se ha logrado destrabar un conflicto que amenazaba con prolongarse, permitiendo el restablecimiento de las actividades pesqueras en una de las zonas más importantes del país para la captura de pota.