Es necesario destacar que banda ancha no es ADSL, ésta es una tecnología para conectarse a Internet. En cambio, la banda ancha es una técnica de transmisión de datos en la cual se envían varios elementos con información de manera simultánea. El término se usa para indicar que la cantidad de datos pueden transmitirse es alta.
Por tanto, el ADSL es un tipo de conexión a través de la banda ancha, un servicio que permite transmitir datos por medio del cable telefónico. Son muchas las comunidades que aún están privadas de acceso a la banda ancha por satélite, precisamente por una clara disminución del ADSL con respecto al medio urbano, favoreciendo la conocida fractura digital.
Lejos de representar un handicap, la cual es una situación única para las comunidades rurales que desean poner en marcha soluciones innovadoras, modernas y útiles. El Internet por satélite usando banda ancha es la manera de conexión a la red más potente gracias a ser una garantía para tener acceso de alta velocidad de manera bidireccional.
Es por eso que, hay que separar este sistema de las conexiones convencionales de ADSL que no por ser las maneras de acceso de alta velocidad a Internet más populares son las más óptimas.
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El internet de banda ancha por satélite beneficia a las zonas rurales
El satélite tiene muchos argumentos para luchar con el ADSL por el mercado de banda ancha, sobre todo en lugares donde otra tecnología que no sea el satélite difícilmente va a llegar. Por eso las grandes operadoras de satélites han fijado su punto de mira en Internet de banda ancha y en la internacionalización de sus actividades como objetivos estratégicos para diversificar su negocio tradicional. Además, se apoyan en empresas especializadas en la instalación de Internet por satélite.
Cuando hablamos del acceso a la red por medio de banda ancha, éste viene acompañado de la bajada en el precio de los terminales receptores. La necesidad de empresas y particulares de contar con Internet, una necesidad global que desemboca en el especializado trabajo de compañías para llevar la banda ancha por satélite al lugar más remoto.
La banda ancha llega a todos los lugares con terminales de altas prestaciones fáciles de usar. Gracias a empresas específicamente dedicadas a comercializar por medio de los satélites. El acceso a Internet bidireccional con un despliegue rápido y económico, con cobertura homogénea, complementariedad y con las soluciones terrestres y las disponibilidades más adecuadas.
El internet es para todos
Por medio de una coordinación eficaz entre operadores, proveedores e instituciones se mejora la brecha digital. Pero aún se puede calificar como baja la inversión que desde el Estado se dedica a esta área. Se sabe que millones de personas en el mundo tienen acceso a Internet y que un porcentaje de esos usuarios tienen conexiones de alta velocidad.
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De hecho, sería muy interesante que nadie se quedara sin la opción de Internet, aspecto que el satélite se encarga de subsanar convirtiéndose en utilidad social. Por tanto, solo un pequeño porcentaje cuenta con banda ancha o conexiones de alta velocidad. Latinoamérica es la región con mayor crecimiento en cuanto al acceso a la banda ancha, con un 70% de incremento en los usuarios. A pesar del aumento, solo tiene 70 millones de personas con acceso a Internet.
¿Para qué zonas es recomendable el Internet de banda ancha?
Este sistema es recomendable para aquellos lugares donde no llega el cable o la telefonía, como las zonas rurales o alejadas. En una ciudad que constituye un sistema alternativo y algo costoso los usuales, para evitar la saturación de las líneas convencionales y un ancho de banda limitado.
Las señales llegan al satélite desde la estación en tierra por el «haz ascendente» y se envían a la tierra desde el satélite por el «haz descendente». Para evitar interferencias entre los dos, las frecuencias de ambos son distintas. Las frecuencias del haz ascendente son mayores que las del haz descendente. Debido a que cuando mayor sea la frecuencia se produce mayor atenuación en el recorrido de la señal. Por tanto, es preferible transmitir con más potencia desde la tierra, donde la disponibilidad energética es mayor.
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Para evitar que los canales próximos del haz descendente interfieran entre sí, se usan polarizaciones distintas. En el interior del satélite existen unos bloques denominados transpondedores. Éstos tienen como misión recibir, cambiar y transmitir las frecuencias del satélite, con el fin de que la información que se envía desde la base llegue a antenas receptoras.
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